Marc-André Ter Stegen ha captado la atención del Girona como una opción intrigante aunque difícil. Si surge la más mínima oportunidad para ficharlo, el club no dudará en hacer todo lo posible para lograrlo. La necesidad de fortalecer la portería es palpable, y el perfil del arquero alemán se ajusta perfectamente a la búsqueda de una solución inmediata y con experiencia para mejorar la situación actual del equipo.
Desde el punto de vista deportivo, no hay demasiadas dudas sobre su rendimiento. La única manera viable de llevar a cabo la operación sería a través de una cesión, algo que el FC Barcelona podría considerar positivamente dado el estado actual de Ter Stegen.
Sin embargo, el principal obstáculo radica en el aspecto financiero. El Girona no tiene la capacidad para cubrir el salario del portero, que supera con creces el de la plantilla ‘blanc-i-vermella’ y no se ajusta a una estructura que necesita refuerzos en diversas posiciones.
Un caso similar fue el de Livakovic, el cual implicó un considerable sacrificio financiero por parte del jugador. En ese entonces, las circunstancias eran favorables: problemas evidentes en la portería, un proyecto que competía en Europa y la cercanía de un Mundial. El arquero croata necesitaba jugar, y la llegada de Ederson al Fenerbahçe incentivó su traspaso a Montilivi. Con Ter Stegen, solo se podría considerar una situación comparable. El club gerundense ha explorado su situación y es consciente de que el portero está dispuesto a considerar la opción de unirse al equipo vecino. La proximidad a Barcelona y sus responsabilidades familiares, en particular como padre, hacen que Girona se presente como una opción viable y atrayente si decide buscar minutos de juego de inmediato. Además, el arquero debe competir con regularidad para mantenerse como una opción sólida para el próximo Mundial, un aspecto que influye en su decisión. Las posibilidades de que esta operación avance son claras, aunque complicadas.
Ter Stegen deve prendere una decisione: può decidere di rinunciare a una parte consistente del suo stipendio per questi sei mesi di competizione, oppure sarà il Barcellona a coprire la maggior parte del suo contratto. Il Girona ha le finanze in ordine, ma la situazione sportiva, con la squadra in zona retrocessione, richiede una distribuzione delle risorse e la priorità a un mercato ampio. Se il portiere tedesco dovesse unirsi al Montilivi, non ci sarebbero attese né processi di adattamento lunghi. Míchel sarebbe pronto a metterlo tra i pali sin da subito, a patto che sia in condizione di giocare. A differenza di quanto accaduto con Livakovic, l’ingaggio sarebbe immediato. Per ora è solo una possibilità lontana, ma a Girona sono consapevoli che occasioni come questa non capitano spesso e la dirigenza farà il possibile affinché non rimanga solo un sogno, ma diventi una realtà, richiedendo un grande impegno da tutte e tre le parti coinvolte.

