Il dramma dell’Espanyol. La squadra catalana non è riuscita a portare a termine il compito e ha subito una sconfitta contro l’Osasuna a El Sadar, gol di Budimir e Raúl de Haro. Ora si trova a dover affrontare una giornata finale con il fiato sospeso, dato che deve ottenere una vittoria contro la UD Las Palmas in casa per evitare il rischio di retrocessione e non permettere al Leganés di sorpassarlo, rischiando di precipitarsi nel baratro.
La sofferenza per i pericos è destinata a continuare, dopo essere stati battuti a Pamplona, mentre le altre squadre avversarie hanno ottenuto risultati positivi. Con 39 punti, l’Espanyol si trova a soli 2 punti dal terz’ultimo posto, occupato dal Leganés, che ha conquistato 37 punti dopo la vittoria a Las Palmas.
Il destino della squadra si deciderà nell’ultima partita, dove sono costretti a vincere per salvare la pelle. Infatti, se anche il ‘Lega’ trionfa e finisce in parità con gli catalani, si salverà grazie a un vantaggio nel confronto diretto. La settimana finale si preannuncia piena di tensione per i pericos, che attualmente attraversano una crisi nera con cinque sconfitte consecutive, la loro peggiore serie di risultati nel momento più delicato. Dall’altro lato, la festa a El Sadar è stata grande, poiché l’Osasuna, con questa vittoria, ha mantenuto vive le speranze di qualificazione in Europa. Manolo González ha quasi riproposto la stessa formazione del derby, con l’unica modifica obbligata, l’ingresso di Calero in difesa al posto dell’infortunato Cabrera. L’incontro ha avuto un avvio equilibrato, con Puado che ha messo in allerta l’Osasuna al minuto 2 e Budimir che ha risposto dall’altra parte. Tuttavia, presto il team di Osasuna ha preso in mano il gioco, mentre l’Espanyol si è mostrato compassato e poco incisivo nella metà campo avversaria. Un colpo di testa di Torró, che ha colpito la traversa al minuto 6, ha spaventato i tifosi dell’Espanyol, dato che la squadra di Manolo non è riuscita a entrare in partita con grinta. Dopo un inizio di match dominato dai locali, è scattato il momento di gloria per i ragazzi di Vicente Moreno.
Al 17’, un preciso centro de Bryan fue rematado por Aimar Oroz, pero Budimir rozó el balón, desorientando a Joan García y llevando el marcador a 1-0. Este golpe fue un duro impacto para el Espanyol, que no reflejaba en el campo la misma determinación que mostró apenas tres días antes frente al Barça. El tanto de Budimir se convirtió en su 21° gol de una temporada extraordinaria, dejando al Espanyol aturdido, incapaz de reaccionar, con una actitud apagada y sin incisividad. Osasuna, por su parte, se mostró relajado, controlando el juego con una ventaja mínima y sin ver peligrar su portería, dado que los pericos no lograban inquietar a Sergio Herrera con su falta de agresividad.
El equipo local dominaba el partido a pesar de que no generaba situaciones de peligro contra un Espanyol ralentizado, que perdía el balón sin lograr acercarse al área contraria. Para empeorar las cosas, Kumbulla recibió una tarjeta amarilla por una falta evidente, acumulando cinco y quedándose fuera del siguiente partido contra la UD Las Palmas, lo que representa una baja significativa. Antes del descanso, Urko tuvo la única oportunidad clara para el Espanyol, pero Sergio Herrera estuvo a la altura y detuvo el buen disparo.
Al inicio de la segunda mitad, Manolo González, consciente de que su equipo no estaba funcionando y que la ansiedad empezaba a ser evidente, decidió realizar cambios. Sustituyó a Antoniu Roca por el experimentado Pere Milla. Diez minutos más tarde, tomó un riesgo al sacrificar un centrocampista y hacer ingresar a Veliz, dejando en la banca a Pol Lozano. El Espanyol presentó una mejor imagen en comparación con la primera parte, mostrando más intensidad y energía, aunque continuó con problemas para concretar. En el minuto 57, Edu Expósito casi logra el empate con un tiro que obligó a Sergio Herrera a intervenir de forma brillante, quien había estado inactivo hasta ese momento. Los jugadores catalanes comenzaban a hacerse notar, mientras Osasuna mantenía la calma.
Poco a poco, la situación se tornaba crítica para el equipo de Manolo, que se dio cuenta de que la derrota les llevará al sufrimiento, mientras sus adversarios cumplían con su parte. Así, decidieron intensificar su esfuerzo en busca del empate. En el minuto 67, el equipo perico tuvo su mejor oportunidad. Tras un centro de Carlos Romero, Roberto disparó a quemarropa, pero Sergio Herrera realizó una magnífica parada, evitando el gol para los navarros. Más tarde, en el minuto 70, Puado también estuvo cerca de igualar, sin embargo, no tuvo éxito al no lograr controlar el balón tras una gran jugada colectiva del equipo blanquiazul. El Espanyol presionaba intensamente, mientras Osasuna se defendía con disciplina, destacando la actuación de Sergio Herrera, que casi no permitía contraataques. Manolo decidió arriesgar, sacando a Puado, quien no estaba acertado, e introduciendo a Jofre para dar más energía al ataque. Vicente Moreno, por su parte, también realizó cambios en busca de asegurar el resultado. Los dos equipos se alternaron las oportunidades, con un tiro peligroso de Raúl García de Haro, uno de los que entraron en el campo, y Carlos Romero, destacado por su rendimiento. Sin embargo, cuando el Espanyol apretaba más, llegó un golpe devastador. Raúl García de Haro se deshizo de Tejera y selló el 2-0 en el tiempo de descuento, dejando al Espanyol en una posición muy comprometida. Su supervivencia en la liga se jugará en la próxima semana. No hay vuelta atrás.