La pausa para las selecciones ha llegado en un momento crucial para el Girona. Tras tres jornadas y tres derrotas, el equipo se encuentra en una situación difícil, con incertidumbres en su rendimiento y una sensación de debilidad que ha afectado tanto a los aficionados como a los jugadores.
Ante esta situación, Míchel Sánchez ha establecido claramente los dos aspectos en los que desea enfocarse en las próximas semanas: recuperar el sentido de pertenencia y reforzar la confianza en su propuesta futbolística entre aquellos que apoyan el proyecto. El entrenador considera que es fundamental contar con futbolistas comprometidos con el club y con el significado de llevar la camiseta ‘blanc-i-vermella’ en la máxima categoría.
Por ello, en cada conferencia de prensa ha remarcado la importancia de “sentir los colores” y de reconocer que representar al Girona conlleva tanto un honor como una obligación. Este mensaje va dirigido a un vestuario que ha experimentado una inestabilidad considerable recientemente, marcada por rumores de fichajes y bajas importantes que han desviado la atención del equipo. A su vez, Míchel busca que sus jugadores recuperen la confianza en la filosofía que les permitió soñar hace dos temporadas. La presión alta, el control del balón, la audacia en el campo rival y la agresividad en ataque fueron los sellos de identidad de aquel Girona que cautivó a todos. Sin embargo, en este inicio de temporada, el equipo ha mostrado un rendimiento vacilante, muy afectado por sus propios errores y la falta de autoconfianza. “Lo primordial es competir y estar presentes en el partido durante los 90 minutos; después, la filosofía y el estilo vendrán”, ha reiterado en múltiples ocasiones. El desafío es considerable: reconectar al equipo con el proyecto y fortalecer la mentalidad colectiva para enfrentar lo que queda de temporada. La pausa brinda la oportunidad de corregir fallos, reajustar el equipo y, lo más importante, unir al grupo en torno a un objetivo común.
Solo in questo modo il Girona avrà l’opportunità di riacquistare quella vitalità e quell’identità che lo hanno reso una squadra ammirata e rispettata non molto tempo fa.