Aymeric Laporte ha sido el centro de atención gracias a su desempeño positivo en el partido ante el Girona. El defensor, originario de Agen, regresó a San Mamés por primera vez desde que dejó el Manchester City en enero de 2018.
El sábado en Mestalla, ingresó en la segunda parte debido a la expulsión de Dani Vivian y el día de ayer comenzó como titular contra el equipo catalán, que logró un empate tras una primera mitad difícil para los locales.
“San Mamés ha tenido siempre un significado especial para mí; había pasado bastante tiempo desde mi última vez. Estoy satisfecho, pero siento decepción por el resultado. Nuestro objetivo eran los tres puntos y no lo conseguimos”, comentó Laporte, quien también recordó a su padre: “Hubiese deseado que estuviera presente en este reencuentro con el club”. El jugador no había competido con el Al Nassr de Arabia Saudí desde abril. “Me siento bastante bien. Gracias a la experiencia que tengo, sé cómo manejar mi físico tanto en la preparación como en el transcurso del partido. Cuando se pierde o se empata, siempre hay un remordimiento de no haber hecho algo más, pero la verdad es que me siento a gusto”, agregó. El zaguero admitió que su equipo no tuvo un buen comienzo: “No salimos concentrados y permitimos un gol. Hicimos los ajustes necesarios y, aunque mejoramos, también es cierto que debimos ser más efectivos. Durante el partido tuvimos varias oportunidades para ganar, pero así es el fútbol. Si no concretas esas opciones, a veces los resultados no son los que esperabas”.