Conor Gallagher ha sido una de las sorpresas agradables en el Atlético de Madrid durante el encuentro contra el Girona, celebrado el domingo 21 de diciembre en Montilivi. Aunque el jugador inglés no inició el partido como titular, ya que comenzó en el banquillo, su participación se volvió crucial debido a la pronta lesión de Nico González, lo que llevó a Simeone a confiar en él a mitad del primer tiempo.
El Cholo le urgía: “Vamos, tienes que entrar ya”, en un momento en que Gallagher no había tenido tiempo ni para un calentamiento. Al ingresar al campo, el inglés contribuyó significativamente al desarrollo del partido, destacando su participación en la jugada que permitió al Atlético registrar el segundo gol.
Se adentró en el área, hizo un recorte para crear una oportunidad de disparo y al intentar chutar, el balón tocó a Victor Reis antes de irse al fondo de la red, sorprendiendo al portero Gazzanigga.
Pero eso no fue todo, ya que poco después repitió una jugada similar, protagonizando un disparo que exigió una gran intervención del guardameta local.
Todo parecía indicar que estaba viviendo un buen momento, especialmente tras una semana en la que asistió a Griezmann en la Copa y anotó su tercer gol de la temporada, saliendo desde el banquillo. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado. En el minuto 79, el escenario se tornó extraño cuando, tras hacer su entrada por Nico en la primera mitad, tuvo que abandonar el terreno de juego antes de lo previsto. Al marcharse, se encontró con Simeone, mostrando su desagrado al lanzar el abrigo que le habían proporcionado. Gallagher no tomó bien el cambio, ya que resulta incómodo entrar en un partido y ser sustituido prematuramente, especialmente cuando había estado desempeñando un buen papel en el encuentro.
